POR FIN EXPLICADO LAS CANICAS DEL PISO DE ARRIBA: ¡TOMA YA!

Sabes perfectamente de qué estoy hablando… Sí, ese vecino del piso de arriba malvado que no descansa cada día sin tirar su preciado juego de canicas al suelo para deleite suyo. Pues bien, parece ser que igual el vecino no es malvado. Aunque ahora que se puede explicar físicamente este fenómeno, es una oportunidad única para realmente tirar canicas al suelo y fastidiar al de abajo.

Navegando por la red, me encontré con la web: “De cero a ciencia” donde nos explican con un lenguaje claro y sencillo todo el proceso que da lugar a este singular fenómeno. Copio y pego:

El fenómeno se produce cuando durante un proceso de suministro de agua, la zona de salida es cerrada súbitamente (es decir, cerramos el grifo de golpe). Esto hace que el agua que se estaba desplazando hacia la salida sea frenada, y puesto que las moléculas del líquido no pueden atravesar el émbolo de cierre ni se pueden comprimir chocan contra el mismo, y se produce un fenómeno de depresión (la tubería se ensancha), haciendo que parte del líquido pase a estado gaseoso, y con ello, generando una onda de burbujas de aire que se transmite en sentido opuesto, es decir, hacia la zona de paso de tuberías de los pisos inferiores.

Pues bien, toda esta presión que se dirige hacia atrás terminará disipándose al transmitir su energía, bien sea mediante un punto de fuga o bien, directamente al material contenedor (en este caso las cañerías).
Los sonidos recurrentes cada vez más con menor intensidad, que imitan el caer de una canica sobre el suelo son producidos por la presión que disminuye con cada “bandazo”. En la gráfica superior podemos ver como el efecto de la presión se mitiga después de cada sacudida, esto se debe a que el citado tren de ondas de aire cada vez llega con menor energía.

Este fenómeno se conoce como pulso de Joukowski o golpe de ariete y puede tener consecuencias de destrucción de las cañerías. Por ello mismo se instalan métodos como neumáticos de cámaras de aire comprimido que puedan absorber las ondas energéticas que se desplaza por los conductos del edificio.

Realmente, la explicación no es nada del otro mundo. Si no es el vecino, pues será alguna parte del edificio… Lo realmente curioso de este tema es el hecho de que todos y cada uno de nosotros conocemos perfectamente el fenómeno, pero ninguno o muy pocos, se han preguntado realmente si el vecino es un patoso con mala leche o hay algún fenómeno físico escondido. Cosas de la rutina, nuestro cerebro descarta la atención de las cosas que nos resultan naturales y familiares para centrarse en las “extrañas”. Estoy seguro que en nuestro día a día tenemos muchas situaciones similares a esta que desconocemos su naturaleza, pero las ignoramos por simple rutina. Miña nai querida…